En este cuento, Rudyard Kipling, más una vez, plantea el tema del adulterio. De esta vez es el marido el que traiciona a su esposa. Georgie Porgie, al realizar un viaje a trabajo, se enamora de una joven muchacha, Georgina, y se relaciona con ella, pero luego de un tiempo, él la abandona y vuelve a su casa para vivir con su mujer.