
Alicia, al atravesar un espejo y entrar en el mundo del revés, se encuentra en el medio de una partida de ajedrez. Con mucha aventura y de cuando en cuando algo confusa, ella habla con los seres de ese extraño lugar al que llega sin saber como. Llega, incluso, a tornarse reina, ocupando un trono junto a la Reina Roja y la Reina Blanca del ajedrez.
《-¿Qué pasa? -Dijo, apenas tuvo la posibilidad de hacer de oir-. ¿Sé pinchó el dedo?
-No me lo pinché todavía -dijo la Reina-, pero pronto lo haré... ¡Ay, ay, ay!
-¿Cuándo calcula que lo hará? -preguntó Alicia, que se sentía muy tentada a reírse.
-Cuando vuelva a sujetarme el montón -gimió la pobre Reina-: el broche se va a abrir. ¡Ay, ay!
Apenas pronunció estas palabras, el broche se abrió, y la Reina lo asío torpemente, tratando de cerrarlo.
-¡Tenga cuidado! -gritó Alicia-. ¡Lo está cogiendo mal!
Se apoderó del broche, pero demasiado tarde. El alfiler había resbalando y la Reina se había pinchado el dedo.
-Esto explica la sangre, como ves -le dijo a Alicia con una sonrisa-. Ahora comprendes de qué modo suceden aquí las cosas.
-Pero ¿por qué no grita ahora? -preguntó la niña lista para volver a llevarse las manos a los oídos.
-Bueno, el griterío ya lo hice -dijo la Reina-. ¿Qué ventaja sacaría de repetirlo? 》(1)
-No me lo pinché todavía -dijo la Reina-, pero pronto lo haré... ¡Ay, ay, ay!
-¿Cuándo calcula que lo hará? -preguntó Alicia, que se sentía muy tentada a reírse.
-Cuando vuelva a sujetarme el montón -gimió la pobre Reina-: el broche se va a abrir. ¡Ay, ay!
Apenas pronunció estas palabras, el broche se abrió, y la Reina lo asío torpemente, tratando de cerrarlo.
-¡Tenga cuidado! -gritó Alicia-. ¡Lo está cogiendo mal!
Se apoderó del broche, pero demasiado tarde. El alfiler había resbalando y la Reina se había pinchado el dedo.
-Esto explica la sangre, como ves -le dijo a Alicia con una sonrisa-. Ahora comprendes de qué modo suceden aquí las cosas.
-Pero ¿por qué no grita ahora? -preguntó la niña lista para volver a llevarse las manos a los oídos.
-Bueno, el griterío ya lo hice -dijo la Reina-. ¿Qué ventaja sacaría de repetirlo? 》(1)
(1) Lewis Carrol, A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, 2011, Barcelona, Ediciones Brontes S.L., tomó 54, Colección Fontana, pp. 74-75.